jueves, 28 de enero de 2010

Être un tête en l'air


Me encontraba en un monólogo de sentidos cautivos en alguna parte cuando escuché:

-¡Si es que vives en tu mundo! Ensimismado... míralo

Pero fui yo quien la miró. Y por un segundo, perdido, como si ella fuera una desconocida. Pensé entonces que no le faltaba razón. No sólo yo, todos vivimos en nuestros propios mundos. Sólo una pequeña parte de lo que percibimos proviene de nuestros sentidos, de ese mundo objetivo, externo, real y común a todos. El resto, que es la mayor parte, es simplemente una invención (fundamentalmente inconsciente) de nuestro cerebro. Interpolaciones, silogismos, inferencias y demás mecanismos deductivo-interpretativos. Es casi seguro que todos esos procesos difieren en tí y en mí, así que vivimos en nuestros mundos, que bien podrían ser muy distintos y...

Foto: Birds Nightmare
(mickryan)

-¿Ves? lo estás haciendo de nuevo. Tienes la cabeza llena de pájaros.

Casi imperceptiblemente y en esas pocas palabras, su tono pasó, con cadencia prácticamente silábica, por el reproche, la incomprensión, la resignación y finalmente la pena.
Pero yo, entiéndanme, sólo sabía sonreirla.

-Lo sé. Llevo escuchando eso toda mi vida. Pero no te preocupes, un día de estos los sacaré y los enjaularé fuera de ella. Un día. Otro día.


miércoles, 13 de enero de 2010

Improvisando puro cuento

- ¿A qué esperas, pino-puente? Dispara.
Tu sonrisa paraliza, pero sabes que puedo hilar tus palabras.


- No escondas a medias tu inseguridad...
¡Pum!
Gardenias, ¡Pum! Pomo, ¡Pum! Gentío, ¡Pum! Cruces, ¡Pum! Abril,
¡Pum! Cardiopatía, ¡Pum! Alféizar

- Déjame contarte...
...acerca de
Gardenias abandonadas a la rima de un bolero.
Bolero de un figurante de mirada perpleja, hombros abreviados y jersey a rayas.
...de añoranzas de respirar boca-abajo, de reunir arrojo para girar un
pomo
ya marchito de asirlo.
Puerta de miradas sesgadas y paso-atrás, de abróchate el botón y "quizá otro día".
Déjame contarte...
...de él y su verticalidad que tirita con casualidades sin prisa, ¡pese al frío!
...sobre un
gentío de trajes sin cabeza a eludir con cruces de acera, si viste
ojos de
Abril.
Déjame contarte...
...de calles borrosas, patios-maravilla clausurados, peligros sin aviso,
páginas selladas, recuerdos difuminados, de dolor sin permiso...
y claro, de dos planetas con
cardiopatías acompasadas.

- ¡Pero no utilizaste la última palabra!

- Nunca lo hago. Sabes de mi amor sistémico a lo inconcluso.

- ¿Y un final?

- Lírico y prestado: cisnes en pas-de-quattre, uvas y vino blanco, y claro...
una perdiz que echaba un hilito de sangre por el pico. Los dos lo
quisieron. Los dos.