jueves, 22 de octubre de 2009

Libertad 8

Corrí calle libertad, será que creo en tí.
En un desgastado bolsillo, muñecos quitapenas.
Hoy hace frío de dudas.

Al girar la esquina, semáforo en sangre,
el vapor huyendo de aquella alcantarilla,
luces difuminadas en charcos que huelen a lastre.

Tres metros, espejo de alambres y de punta,
octava luna de reflejos translúcidos.
Ese rostro y la sensación de conocerlo,
desvanecidos ambos en un simple parpadeo.
No se a quién miro, ya no soy yo a medias.
Alguien observa curioso y extraviado desde dentro.
Intuyo que intenta saberme.
Ojos que se transforman en los tuyos,
tampoco los conozco, hace tiempo,
tus miradas son mis aprensiones.

Vientos castigados y expulsados
de alguna parte.
Miedos antónimos de reencontrarte,
de jamás volver a verte.

El espejo ya no ve rostros,
ni mis ojos de vos. Reproches.
Espalda cobarde, te alejas...
el espejo ya no tiene alambres,
pero sigues pensando que
al final de este desencuentro hubo sólo sangre.

Viernes 16 de Octubre

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